lunes, 16 de enero de 2017

Nunca pierdas tu belleza

     No la pierdas porque no valdrás nada. El viernes pasado estaba buscando chorraditas en la red y entonces hice un descubrimiento, una antigua presentadora del Club Disney, un programa infantil que yo veía de pequeña, había dejado hace tiempo el mundo televisivo para dedicarse a su verdadera vocación: el ejército. Elena Jiménez, así se llama esta mujer, cambió radicalmente de profesión, y lo cierto es que le ha ido muy bien. Es sargento del ejército del aire y una gran tiradora, con premios que lo acreditan.



   Una de las noticias que leí al respecto, de la Gaceta (el periódico en línea asociado a Intereconomía), era muy patriótica, pero lo que me llamó la atención fue uno de los cuatro comentarios que leí, aparentemente inocente: "Sigue siendo muy mona". ¡Joder! Menos mal, de lo contrario no sé qué hubiese hecho la muchacha.

      No es ni mucho menos la primera vez que leo comentarios de este tipo. Una mujer que tiene éxito en una carrera profesional donde la belleza no juega ningún papel y sin embargo no se apela a sus cualidades profesionales sino a su físico, para bien o para mal. ¿Qué mensaje nos transmiten comentarios como esos? ¿"Menos mal que no te has convertido en una machorra porque si no es lo primero que comentaría"? ¿"Sí, sí, muy bien. Si fuera un hombre diría que es un tipo admirable, pero como es una mujer diré que su belleza es lo único a resaltar. Así no tengo que lidiar con el conflicto interno que supone que una mujer haya llegado más lejos que mi hombría"?

       Y es que yo, que apenas comienzo mi carrera como matemática, ya noto como en conversaciones informales, a los hombres se les mide por su valía como investigadores, mientras que en algunos casos a las mujeres se nos añade el plus del juicio sobre nuestro físico. 

    Señores míos, a ver si nos enteramos de que las mujeres no estamos entrando en los círculos profesionales que han sido tradicionalmente de hombres para que vosotros tengáis donde elegir, para que forméis un tribunal donde la valía profesional y humana es solo un complemento de nuestro físico. Ya está bien del "además está buenísima". No es un halago, es solo una manera de difuminar los verdaderos méritos de una mujer. Estás dejando de un lado la parte importante (sus logros profesionales), para hacer referencia a su físico, que algunos hombres juzgan, porque desde su visión androcentrista de la vida, así ponen a esa mujer al servicio de su deleite personal. El que hace comentarios de ese estilo en realidad lo que se está diciendo a sí mismo y al mundo es: "Será sargento del ejército, pero yo me la puedo menear pensando en ella". 

      Señoras mías, ya está bien de tomarnos esos comentarios de manera incorrecta. Si los recibes en un contexto profesional, plantéate si de verdad por eso es por lo que quieres que te valoren. Si los recibe una compañera, no sientas envidia, es lo que pretenden esos comentarios: Crear rivalidad entre las mujeres. ¿Por qué las mujeres deberíamos rivalizar por el criterio de un hombre basado en nuestro físico? No sientas ira hacia esa mujer, siente ira hacia el hombre que te está diciendo que, por muy buena que seas en tu trabajo,  no te valorará por no cumplir unos determinados cánones de belleza. Identifiquemos estos comentarios como signos de discriminación.

      De nuevo, señores que estén pensando "Yo eso no lo hago, esto no va conmigo". Esto sí que va con vosotros: En vuestro poder, tristemente más en vuestro poder que en el de las mujeres, está cortar ese tipo de comentarios. En vuestra mano está decirle a vuestro compañero o colega que respete a la mujer en cuestión, en lugar de callarse o reírle las gracias cual chimpancé.

Fuente: http://gaceta.es/noticias/ex-presentadora-disney-alisto-ejercito-22102015-1835

PD: No me vengáis con el cuento de que las mujeres hacen los mismos comentarios de los hombres porque la tasa es irrisoria. La autoestima de los hombres, en general, no está ni mucho menos supeditada a que cumplan con el modelo de belleza estándar.


EN MI ANDALÚ 

Transcribo mis entradas a mi variedad dialectal del andalú. Me parece un buen ejercicio para los que no tengan mucho contacto con Andalucía intentar escuchar hablar de un tema serio en andalú sin que te entre la risa ni menosprecies el valor del discurso. 

Uso los acentos graves para abrir las vocales y los apóstrofes para indicar la pérdida de una s o una r que cambia la pronunciación de la siguiente consonante.



No la pierdà porque no vardrà nà. Er vie'nè pasao estaba bu'cando chorradita en la red y entoncè hice un de'cubrimiento, una antigua presentadora der Clú Di'ney, un programa infantí que yo veía de pequeña, había dejao hace tiempo er mundo televisivo pa dedicarse a su verdadera vocación: el ehército. Elena Jiménez, así se llama e'ta muhè, cambió radicarmente de profesión, y lo cierto è que l'ha ío mu bien. È sarhento del ehército del aire y una gran tiradora, con premiò que l'acreditan.



   Una de là noticià que leí ar re'pe'to, de la Gaceta (er periódico en línea asociao a Intereconomía), era mu patriótica, pero lo que me llamó l'atención fue uno de los cuatro comentario que leí, aparentemente inocente: "Sigue siendo muy mona". ¡Joé! Meno mal, de lo contrario no sé qué hubiese hecho la muchacha.

      No è ni mucho meno la primera vè que leo comentariò d'e'te tipo. Una muhè que tiene ésito en una carrera profesioná donde la belleza no huega ningún papè y sin embargo no se apela a su cualidadè profesionalè sino a su físico, pa bien o pa mal.  ¿Qué mensahe nò tra'miten comentariò como esò? ¿"Menò mal que no t'has convertío en una machorra porque si no è lo primero que comentaría"? ¿"Sí, sí, mu bien. Si fuera un hombre diría que è un tipo a'mirable, pero como è una mujer diré que su belleza è lo único a resartá. Así no tengo que lidiá con er conflicto inte'no que supone c'una muhè haya llegao mà lejos que mi hombría"?

       Y è que yo, c'apenas comienzo mi carrera como matemática, ya noto como en conversacionè informalè, a los hombres se lè mide por su valía como investigadorè, mientra qu'en argunò casò a las muherè se noh añade er plus der huicio sobre nuestro físico. 

    Señorè míò, a vè si noh enteramò de que las muherè no'tamos entrando en lò círculò profesionalè c'han sío tradicionarmente d'hombrè pa que vosotrò tengáis donde elehí, pa que forméih un tribuná donde la valía profesioná y humana è solo un complemento de nue'tro físico. Ya e'tá bien der "ademá e'tá buenísima". No è un halago, è solo una manera de difuminà lò verdaderò méritos d'una muhé. E'tà dehando d'un lao la parte importante (su logro profesionalè), p'hacè referencia a su físico, c'arguno hombrè ju'gan, porque de'de su visión androcentri'ta de la vida, así ponen a esa muhè ar servicio de su deleite personà. Er c'hace comentario d'ese e'tilo en realidà lo que se e'tá diciendo a sí mi'mo y ar mundo è: "Será sarhento del ehército, pero yo me la puedo meneá pensando en ella". 

      Señorà míà, ya'tá bien de toma'no esò comentariò de manera incorre'ta. Si lo recibè en un conte'to profesionà, plantéate si de verdad por eso à po'lo que quierà que te valoren. Si là recibe una compañera, no sientà envidia, à lo que pretenden eso comentario: Creà rivalidá entre là muherè. ¿Por qué la muherè deberíamos rivalizà por er criterio d'un hombre basao en nue'tro físico? No sientah ira hacia esa muhè, siente ira hacia el hombre que t'e'tá diciendo que, por mu buena que seà en tu trabaho,  no te valorará por no cumplí unò determinaò cánonè de belleza. Identifiquemò e'tò comentariò como si'nò de di'criminación.

     De nuevo, señorè qu'estén pensando "Yo eso no lo hago, e'to no va conmigo". E'to sí que va con vosotrò: En vue'tro podè, tri'temente máh en vue'tro podè qu'en er de là muherè, e'tá cortà ese tipo de comentariò. En vue'tra mano e'tá decirle a vue'tro compañero o colega que re'pete a la muhè en cuestión, en lugá de callarse o reí'le là gracia cuar chimpancé.

Fuente: http://gaceta.es/noticias/ex-presentadora-disney-alisto-ejercito-22102015-1835

PD: No me vengái con er cuento de que là muherè hacen lò mi'mo comentariò de loh hombrè porque la tasa è irrisoria. L'autoe'tima de loh hombrè, en henerá, no e'tá ni mucho menò supeditá a que cumplan con er modelo de belleza e'tánda.


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